lunes

"De preescolar a bachiller"


CENTRO DE ESTUDIOS TECNOLÓGICOS,

industrial y de servicios No. 18




Física I y Cálculo Integral

Dr. Eliseo Valdez Rojo

20 de mayo del 2009

Moya Monreal Erick Anselmo

4° F

Actividad 1

Aspectos a evaluar:

Puntualidad en el cumplimiento de la actividad 10%

Narrativa: “De preescolar a bachiller” 40%

Tabla: “Lo que compartimos” 20%

Creación del blog con los elementos solicitados 30%

JUSTIFICACIÓN

Este trabajo esta realizado con el fin de promediar mi calificación con mis próximos trabajos y por lo tanto conseguir una mejor evaluación final; además de dar a conocer mis primeros acercamientos y mi desenvolvimiento como estudiante de matemáticas y física.

INTRODUCCIÓN

En este trabajo se narra sobre mis vivencias como estudiante de matemáticas y física, los momentos por los que pase, además de los que comparto con mis compañeros, ya sea problemas, preocupaciones y/o satisfacciones.

Mis primeros días como aprendiz…

Mi experiencia con las matemáticas se remonta a mi niñez, no se si a los 3 o 4 años, cuando empiezo a tener contacto con ellas, de hecho mi memoria no es muy clara hasta los 5½ años, así que no recuerdo muy bien como sucedió, solo recuerdo que mi hermana, que es 3 años mayor que yo y también es muy buena en matemáticas, me enseñaba a modo de juego, ella era la maestra abusiva y yo el alumno obediente que hacia todo lo que ella me pidiese; por lo tanto así me fue enseñando no solo matemáticas, sino a desarrollar mi buena memoria haciéndome entrar a lugares, mirarlos solo por una vez y describirlos correctamente, sino, no me daba hamburguesa.

Después, al entrar al kindergarten solo dure un día porque era un niño llorón y quería estar con mi mamita, así que mi madre fue a decirle a la directora que si no me podían hacer un examen o algo así para ver si en verdad necesitaba cursarlo, por lo que la directora dijo que nos presentáramos el próximo día a primera hora. Así es como me realizaron un examen diagnostico para niños inteligentes que aprobé sin mayor dificultad, pero la directora dijo que debería quedarme en el kindergarten o llevarme a una escuela donde pudiera canalizar mi inteligencia, por lo que mi madre no accedió.

Ingresando a la primaria…

En la primaria yo era todo un niño prodigio que podía resolver una suma o una resta sin mayor dificultad, sumar hasta números de tres dígitos sin siquiera escribir algo en el cuaderno. Así la maestra no me dio más dificultad y pase con 10, pero recuerdo todavía mi primera falla, que aunque no fue en la asignatura de las matemáticas, si lo fue en la de español, donde en lugar de escribir la palabra “pizza” escribí “pitzza”, ya que nunca antes había visto la palabra pizza, y me sentí algo mal por haberme sacado mi primer tacha.

En mi segundo año de primaria, tengo algunas lagunas mentales sobre lo que sucedió, solo recuerdo que estaban las famosas “tablas” por el salón y que cuando nos hacían examen, todos los compañeros volteaban y les echaban una que otra mirada. En este año de primaria enferme, no se de que y mi madre nunca me dijo, pero no le tome importancia, ya que ella tampoco le tomo; aunque dure como 3 meses sin lograr ir a la escuela, y cuando regrese, me dieron mi boleta y tenia solo dieses y ninguna falta, esto se me hizo muy extraño; y mi maestro no me enseño lo suficiente, ya que su campo eran las actividades artísticas, ya que cantaba y tocaba la guitarra muy bien.

En tercer año de primaria me enseñaron problemas mas complejos que los que yo había tenido hablando de las matemáticas, por lo tanto me gusto mucho, aunque el profesor me ponía nueves porque decía que yo era muy serio, pero al último me los cambio a dieses; también en este año tome competencia con una compañera para ver quien era más capaz para las matemáticas y las demás asignaturas, llevando yo siempre la delantera.

A mitad de la hombrada…

En cuarto año me dio el profesor más estricto que había en la escuela, pero a mi no me dio, o mas bien yo no le di problemas, por lo tanto nos llevamos muy bien, pero con los alumnos que no eran trabajadores les iba muy mal, aventándoles el borrador desde el pizarrón hasta su mesa banco. Una vez me asuste porque aventó el borrador hacia mi dirección, queriendo pegar al compañero de atrás de mí porque no paraba de charlar. Este profesor fue muy bueno para mi aprendizaje, pues me enseño el valor de trabajar duramente, además de que cada vez que podía nos llevaba a viajes. En este año me gané muchos boletos para ir al Home Town Buffet de Caléxico, ya que se los daban a los de mejor promedio y a mí siempre me lo daban.

Hay que decir que desde tercer año me dieron la asignatura de ciencias naturales, en la cual, en la época de exámenes nunca llegue a obtener una respuesta mal desde tercero hasta sexto; y mi mejor profesor fue el de cuarto.

En quinto tuve el mismo profesor que el de tercero, en esta etapa el profesor como ya nos conocía, se aligero un poco, así que decidí hacer lo mismo, llegando a echarle mentiras de olvidos de tareas, cuando no era cierto, simplemente no la había hecho. En matemáticas nos dejaba aún problemas más complejos de los que venían en el libro, dejándonos salir a nuestras casas hasta que resolviéramos el problema, y casi siempre yo era el primero.

En sexto de primaria de nuevo fue el mismo profesor que en quinto y en tercero, así que ya estaba aburrido de sus técnicas, haciendo que me desmotivara mucho la escuela, y llegándome a sacar un ocho en la boleta, con los nueves anteriores que tenía. Mi madre se enojó mucho conmigo por esas calificaciones y porque ya no hacia las tareas, y no lograba comprender como yo siendo tan inteligente y buen estudiante obtuviera esas calificaciones.

Comenzando la adolescencia y la secundaria…

Entrando a primer año de secundaria, mis maestros eran demasiados malos, o yo los tomaba así; porque mi profesora de “Introducción a la Física y a la Química” regularmente faltaba, de 4 horas que nos daba a la semana, solo iba a 1 hora, luego la cambiaron para que me tocará en la asignatura de biología, así que tuve otro profesor en esta asignatura, con el que tampoco me lleve muy bien. Con mi profesor de matemáticas era diferente; como mis compañeros no sabían ni las tablas, ni restar, mi profesor tenía que enseñarles, haciendo que me desmotivara mucho la clase y sentándome hasta atrás en el aula de clases, con mis compañeros me ponía a platicar ignorando por completo al maestro.

En segundo año de secundaria, me empezó a dar clases de física un amigo de mi padre que era maestro al igual que él, por lo tanto siempre insistió en aprobarme con diez. Mientras tanto en matemáticas me asignaron al mismo profesor que el año anterior, por lo que me desanime, pero resultaba que el profesor me ayudo a concentrarme jugando ajedrez conmigo, haciéndome siempre competir contra otros alumnos ya sea en el ajedrez o en matemáticas, llegando hasta la competencia estatal. Aquí fue donde me interesó de nuevo la escuela, ya volviéndome más trabajador que antes, y subiendo mi promedio de un 7.9 hasta un 9.4, con lo que todos los profesores quedaron sorprendidos.

En tercer año de secundaria, mi profesor de física hizo que me interesara más en ella, ya que me dejaba problemas muy complejos solo a mí, ya que sabía que mi padre era físico-matemático y planteaba que me tendría que ayudar, pero siempre me gusto hacer las cosas por mi mismo. Con él supe lo que fue sufrir por sacar un diez, ya que el decía que si lo quería me lo tendría que ganar “matándome” estudiando, pero solo los dos primeros bimestres le arrebate el diez, para los siguientes obtener nueves. En este año tuve de nuevo una compañera como “rival” por ser el más inteligente, presumiéndole que aunque yo no hiciera tareas, estudiara o pusiera atención, lograba obtener dieses en los exámenes y ella no, ocupaba estudiar hasta que se le “quemaran las cejas”; por lo que al último admití que ella era mejor porque ella si lo reflejaba en sus calificaciones. En matemáticas tuve la mejor profesora que pude haber tenido antes, poniendo problemas todos los días y agilizando nuestra habilidad mental, ya que solo revisaba a los 5 primeros que terminarán los problemas, poniéndonos una firma en el trabajo, y el que juntara más firmas al final del semestre, estaba exento de hacer el examen y obtenía calificación de diez. Siempre que yo terminaba mis trabajos se los pasaba a un amigo para que los copeara, regañándome la profesora y enviándole notas a mi padre de mi comportamiento. Al final de dos semestres nos cambiaron de maestra porque se había jubilado la profesora, aquí me echaron a perder de nuevo porque la profesora me ponía diez con que lo sacar en el examen, dado que sabía que yo sabía realizar los problemas matemáticos.

Viviendo la experiencia del CETis #18…

En primer semestre el profesor de matemáticas no era del todo bueno, por lo que me fui perdiendo en las matemáticas y el profesor nunca supo sacarme provecho, así que me desquite usando las matemáticas en química, donde si me lo exigía el profesor, haciendo un buen trabajo en las fórmulas químicas. En segundo semestre es la misma historia, dado que son los mismos profesores de química y de trigonometría.

En tercer semestre la profesora si me supo explotar y los demás profesores también, haciendo que mi coeficiente intelectual subiera considerablemente, por lo que al final le di las gracias a la profesora Sandra Torres por haberme enseñado, además de que ella había estudiado con mi padre, eso me motivo para conocer sobre ella y su forma de ser.

Pero sin duda lo que más me hizo responsable durante estos años fue el saber que estoy cuidando de otras personas, y no solo de mi, eso me hizo madurar mucho como persona y como estudiante.

El tecnología y las matemáticas…

La verdad yo no pienso que funcione de mucho la Internet para estudiar las matemáticas o la física, dado que ya lo intente, porque soy algo así como autodidacta, y no me funciono, solo me funciono aprender japonés.

Mi perfil como estudiante…

La verdad yo siempre fui, y soy un estudiante que le gusta ayudar a los compañeros que tienen dudas, pero más bien no en el sentido de ayudar, sino que les prestó mis notas o les doy la respuesta, porque tengo paciencia, pero no la suficiente cuando les explico y por más que les explico no lo entienden. Además de que por lo más inteligente que yo sea, siempre soy muy flojo, necesito que el profesor me motive a trabajar para hacerlo, sino, no siento motivación por trabajar y me da igual, pasando los exámenes con 10 pero sin hacer un trabajo, me ponían siete en la secundaria por eso.

Los videos…

Los videos, especialmente el de Donald en el mágico mundo de las matemáticas, me hicieron recordar mucho mi niñez, ya que somos dados a perder de vista lo más importante conforme crecemos, como los son los primeros números que aprendes, además de las caricaturas que miraba. El otro video no me pareció tan sorprendente. Aunque estos son unos de muchos ejemplos de los que tenemos para aprender matemáticas y física por la Internet.

“Lo que compartimos”

Problemas

Los problemas que comparto son que ya no puedo ver frecuentemente a mis compañeros de grupo ni convivir con ellos, además de que me hace falta actividad motriz. En el aspecto de las matemáticas y la física no hay problema, o sólo talvez el confundirme con operaciones o signos.

También, aparentemente desde que empecé a utilizar con mayor frecuencia la computadora me es difícil el contacto visual con otras personas.

Preocupaciones

Mis preocupaciones son que ya no interactúe con mis compañeros como antes, además de que no aprenda lo suficiente o no este a la par con ellos. Me preocupan las alteraciones a mi salud visual, auditiva y a mi memoria que se ha visto afectada con este programa.

También me preocupa la forma de calificación de los maestros, ya que llevaba muchas mejores calificaciones estando presente en el salón de clases.

Satisfacciones

Me satisface que puedo ser más sociable con este curso, pero enfocando a las matemáticas y la física, me satisface que soy muy bueno en ello, algo así como nato; ya que se me dan con bastante facilidad y es mi fuerte.